La vida es como una obra de teatro, todos somos actores en la historia de otros y protagonistas en la nuestra. Los rumores y habladurías pasan como el viento, algunos se preocupan, otros olvidan. Así es la vida, tú hablas de los asuntos de los demás, y otros hablan de los tuyos. ¿Por qué preocuparse tanto? La boca está en los demás, pero el corazón está en tu propio pecho. En lugar de preocuparte por los chismes, vive tu propia grandeza. En la vida, hay que tomarse a la ligera las opiniones, saber distinguir el bien del mal es la verdadera sabiduría, es la verdadera madurez. Sigue tu propio camino, deja que los rumores se conviertan en paisaje. Vive con esplendor, es mejor que mil palabras de defensa. A partir de ahora, al sur o al norte, ¿qué importa si camino solo? He visto el bullicio del mundo, he probado el frío y el calor de la vida, todo esto no es más que un sueño fugaz. Esas obsesiones que alguna vez creíste que no podías dejar ir, al final se dispersarán con el viento. Vivir el momento también está bien, al menos es vivir de manera auténtica. No es necesario buscar la perfección, no es necesario perseguir intencionadamente, simplemente sigue adelante con tranquilidad.
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La vida es como una obra de teatro, todos somos actores en la historia de otros y protagonistas en la nuestra. Los rumores y habladurías pasan como el viento, algunos se preocupan, otros olvidan. Así es la vida, tú hablas de los asuntos de los demás, y otros hablan de los tuyos. ¿Por qué preocuparse tanto? La boca está en los demás, pero el corazón está en tu propio pecho. En lugar de preocuparte por los chismes, vive tu propia grandeza. En la vida, hay que tomarse a la ligera las opiniones, saber distinguir el bien del mal es la verdadera sabiduría, es la verdadera madurez. Sigue tu propio camino, deja que los rumores se conviertan en paisaje. Vive con esplendor, es mejor que mil palabras de defensa. A partir de ahora, al sur o al norte, ¿qué importa si camino solo? He visto el bullicio del mundo, he probado el frío y el calor de la vida, todo esto no es más que un sueño fugaz. Esas obsesiones que alguna vez creíste que no podías dejar ir, al final se dispersarán con el viento. Vivir el momento también está bien, al menos es vivir de manera auténtica. No es necesario buscar la perfección, no es necesario perseguir intencionadamente, simplemente sigue adelante con tranquilidad.