El LARPing en el sector de las criptomonedas proviene del concepto "Live Action Role-Playing" y alude a la acción de fingir ser un personaje concreto o asumir una identidad determinada en redes sociales. Esta práctica es especialmente habitual en X (antes Twitter) especializado en criptomonedas, Discord y Telegram, donde los usuarios pueden hacerse pasar por operadores exitosos, fundadores de proyectos o expertos reconocidos en el sector. A diferencia del rol clásico en videojuegos, el LARPing relacionado con criptomonedas suele perseguir fines engañosos, como captar la atención, influir en las decisiones de inversión de otros o construir una falsa autoridad.
Entre las características fundamentales del LARPing en el ámbito cripto destacan su variedad y complejidad. Las formas de manifestarse abarcan el uso de cuentas anónimas, la elaboración de capturas de pantalla de operaciones inventadas, la creación de historias ficticias sobre éxitos en inversiones o la afirmación de tener conexiones internas con proyectos relevantes. Este comportamiento resulta especialmente extendido en mercados alcistas, en los que el optimismo generalizado hace que los usuarios sean más propensos a creer en cuentas anónimas que aseguran tener "información confidencial" o "estrategias exclusivas". Los practicantes de LARPing suelen construir personajes digitales sofisticados, cuidando la estética de sus avatares, la forma de expresarse y el uso de jerga técnica para resultar más convincentes.
En cuanto al impacto en el mercado, el LARPing genera consecuencias significativas para el ecosistema de las criptomonedas. Por un lado, estos impostores pueden propagar información falsa, generando volatilidad y pérdidas para los inversores; por otro lado, tienden a intensificar el miedo a perderse algo (FOMO), lo que empuja a los inversores menos experimentados a tomar decisiones precipitadas. Cabe señalar que algunas conductas de LARPing han evolucionado hasta derivar en estafas organizadas, principalmente al promocionar tokens de dudosa procedencia o proyectos NFT poco fiables. Esta simulación también dificulta el análisis de mercado. Distinguir las señales auténticas del ruido informativo artificial es complejo.
Participar en prácticas de LARPing entraña diversos riesgos y desafíos. Para quienes las ejercen, el peligro más inmediato es el daño a la reputación: una vez desenmascarado el engaño, recuperar la confianza se convierte en una tarea ardua. Desde la perspectiva legal, si el LARPing implica asesoramiento financiero o promoción de proyectos, las autoridades pueden considerar el LARPing como fraude y acarrear consecuencias jurídicas. Para la comunidad, este fenómeno mina la transparencia y la credibilidad del sector, obstaculizando el flujo fiable de información. Además, una exposición prolongada a identidades ficticias puede provocar efectos psicológicos, como confusión de identidad y alteración de los límites morales.
El fenómeno del LARPing pone de manifiesto los rasgos únicos de la industria de las criptomonedas: el anonimato, la especulación y la asimetría informativa. A medida que el sector evoluciona, las comunidades van perfeccionando sus mecanismos para detectar el LARPing, incluyendo la verificación de registros de transacciones, la evaluación de la fiabilidad de las fuentes informativas y el mantenimiento de un escepticismo fundamentado. Comprender esta realidad resulta esencial para los inversores, ya que les permite evitar decisiones basadas en información engañosa y contribuye a generar dinámicas de comunicación más transparentes y honestas dentro de la comunidad.
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